La popularidad de las tarjetas de prepago se está disparando. Se calcula que 23 millones de adultos las utilizan con regularidad: en el surtidor de gasolina, en la caja del supermercado, en el cajero automático, e incluso para el depósito directo o para pagar facturas.
Los consumidores compran tarjetas de prepago y las utilizan como tarjetas de débito, lo que las convierte en una práctica herramienta financiera. Pero no están exentas de riesgos. Veamos los pros y los contras de las tarjetas de prepago, cómo elegirlas sabiamente y qué errores hay que evitar, especialmente en lo que se refiere a las comisiones ocultas y potencialmente costosas.
¿Quién puede utilizar una tarjeta de prepago?
Mario ha tenido una racha de mala suerte financiera últimamente, lo que ha provocado una seria mella en su puntuación de crédito, y no puede optar a una tarjeta de crédito tradicional. Sin embargo, no quiere llevar fajos de billetes en los bolsillos, así que utiliza su sueldo para comprar tarjetas de prepago para sus compras diarias e incluso para pagar sus facturas.
Pamela a veces tiene problemas para controlar el saldo de su cuenta. Cansada de pagar fuertes comisiones por sobregiro, su solución es utilizar tarjetas de prepago para evitar gastar más de lo que tiene. Prefiere que le denieguen una compra a pagar otra comisión de penalización.
¿Comisiones ocultas en las Tarjetas Prepagas?
Los profesores jubilados Patricia y Samuel viven cómodamente con sus ingresos de jubilación, siempre que vigilen de cerca sus finanzas y no gasten en exceso. Para ello, la pareja utiliza tarjetas de prepago cargadas con cantidades específicas para la compra semanal y el ocio. Es una buena idea para controlar su presupuesto.
Jorge y Elsa están a punto de enviar a su hija mayor a la universidad. Esta será la primera vez que su hija Ana estará sola y manejará sus propias finanzas. Mamá y papá deciden equipar a Ana con una tarjeta de prepago cargada con una cantidad limitada de dinero. Consideran que es una forma de que Ana practique el uso del crédito mientras mantiene sus gastos bajo control, y les protege del riesgo de que, sin saberlo, acumule una montaña de deudas.
Marcela es una entusiasta de las compras en línea, y busca regularmente en los mercados de personas en Internet objetos de colección, libros y artículos artesanales. Pagar en efectivo está descartado, y se siente más segura y más cómoda en el anonimato utilizando tarjetas de prepago en lugar de su tarjeta de crédito personal en Internet.
Ventajas de utilizar tarjetas de prepago.
Julio acaba de salir del instituto y aún está decidiendo qué rumbo tomará su vida. Mientras se toma un tiempo para reflexionar sobre sus opciones, Julio trabaja en un empleo de salario mínimo. Su sueldo es demasiado bajo para contrarrestar las comisiones de una cuenta corriente bancaria tradicional, por lo que domicilia su nómina en una tarjeta de prepago. En el barrio donde viven Laura y Nelson no hay sucursales bancarias. En lugar de desviarse cada vez que necesitan dinero en efectivo, tienen a mano tarjetas de prepago para sus compras diarias.
No hace mucho tiempo, las opciones para pagar bienes y servicios eran el efectivo, los cheques o las tarjetas de crédito. Hoy, muchos consumidores recurren a las tarjetas de prepago. De hecho, las tarjetas de prepago se encuentran entre los productos financieros de consumo de más rápido crecimiento en Chile y América Latina.
Según la Oficina de Protección Financiera del Consumidor (CFPB). Los consumidores invirtieron casi 65.000 millones de dólares en tarjetas de prepago «recargables de uso general» (GPR) en 2018; se prevé que esa cifra casi se duplique hasta alcanzar los 112.000 millones de dólares en 2022.
¿Como y donde conseguir una Tarjeta Prepaga?
Las tarjetas de prepago son fáciles de conseguir y pueden ser una cómoda alternativa al efectivo, los cheques o las tarjetas de crédito. Conocidas oficialmente como «recargables de uso general» y a veces como tarjetas de débito prepagadas o tarjetas de crédito prepagadas, las tarjetas prepagadas se cargan con dinero en efectivo.
Pueden utilizarse en los cajeros automáticos para retirar dinero y para comprar prácticamente cualquier cosa en persona o por Internet, de forma similar a las tarjetas de débito vinculadas a cuentas corrientes.
Las personas que no tienen cuentas corrientes o de ahorro, o que las utilizan muy poco, solían ser los principales usuarios de las tarjetas prepago. Pero el uso de las tarjetas de prepago es cada vez más común, creciendo más del 50% entre 2019 y 2021, impulsado principalmente por el aumento de la adopción entre aquellos consumidores que sí tienen cuentas Bancarias.
Beneficios de una Tarjeta Prepaga
Al igual que una tarjeta de regalo, se añade valor a la tarjeta de prepago antes de poder utilizarla, lo que es básicamente como un prepago para futuras compras. Pero las tarjetas de prepago tienen algunas características más, como la posibilidad de establecer un depósito directo y consultar el saldo en una aplicación móvil. También requieren más atención, ya que se puede incurrir en comisiones por el simple hecho de tener una tarjeta o recargarla con más efectivo.
Las tarjetas de prepago pueden utilizarse para hacer compras y pagar facturas, al igual que las tarjetas de débito o crédito. Se aceptan en casi todo el mundo, ya que suelen estar respaldadas por una importante red de tarjetas, como Visa, Mastercard o American Express.
Los emisores no hacen una comprobación de crédito cuando se abre una tarjeta de prepago, pero tampoco se crea un historial de crédito cuando se utiliza una.
Una de las desventajas de utilizar una tarjeta prepago es que sólo puedes realizar transacciones hasta el importe que hayas cargado en ella. Si añades 200 dólares a tu tarjeta prepago, sólo podrás gastar hasta 200 dólares. Cualquier compra que intente hacer que supere los 200 dólares será rechazada hasta que cargue más dinero en su tarjeta.
Además, suele haber un límite en la cantidad de dinero que puedes tener en tu tarjeta. Las tarjetas de esta lista tienen límites que van desde los 5.000 hasta los 100.000 dólares. Dicho esto, el límite suele ser bastante similar al de una tarjeta de crédito.
¿Las tarjetas de prepago tienen comisiones?
Antes de abrir una tarjeta prepago, es importante entender qué comisiones pueden estar asociadas a ellas. La mayoría de las tarjetas prepagadas cobran una comisión de mantenimiento mensual de unos 10 dólares, que es similar a las comisiones de las cuentas corrientes, que pueden costar hasta 15 dólares al mes. Pero también es posible que pague una comisión por abrir su tarjeta prepagada, que suele ser de unos 5 dólares.
En muchas tarjetas de prepago también puede incurrir en una comisión de cajero automático, de recarga y de transacciones extranjeras.
La tarjeta prepago Mastercard® de PayPal puede costar hasta 4,95 dólares por la compra de la tarjeta (0 dólares si la obtiene por Internet) y le cobra 4,95 dólares al mes por utilizarla. También puede incurrir en tasas de retirada en cajeros automáticos de 2,50 dólares, tasas de depósito de cheques que van desde 0 hasta el 5% del importe total del cheque y una tasa del 4% en las compras realizadas fuera de Estados Unidos.
Existen opciones con comisiones mínimas. Bluebird® de American Express no tiene comisión de apertura de la tarjeta cuando se abre una cuenta por Internet (si no, cuesta hasta 5 dólares), no tiene cuota mensual y no tiene comisiones por transacciones extranjeras.
Aunque no suele haber un requisito de saldo mínimo, podrías tener que pagar una cuota mensual independientemente de tu saldo. Asegúrate de conocer las condiciones de servicio de tu tarjeta y ponte en contacto directamente con el emisor para obtener más información.
Dónde conseguir una tarjeta prepago
Las tarjetas de prepago suelen encontrarse en las cajas de los supermercados o en tiendas como Walmart, normalmente junto a las tarjetas regalo. Si adquieres una tarjeta prepago en la tienda, a menudo te cobrarán una comisión de apertura de la tarjeta de unos 5 dólares.
Como alternativa más barata, opte por obtener una tarjeta en línea, que a menudo es gratuita.
Cómo añadir dinero a una tarjeta prepago
Puedes cargar dinero en tu tarjeta prepago de varias maneras, entre ellas consideremos las siguientes
- Depósito directo
- En efectivo en la caja registradora de los comercios participantes
- Transferencia desde cuentas corrientes o de ahorro
- Depósito de cheques por móvil
- Puede consultar el saldo de su cuenta en línea, a través de la aplicación móvil del emisor de la tarjeta o por teléfono.
Cuándo debería adquirir una tarjeta prepago
Las tarjetas prepago son una buena opción para los padres que quieren dar a sus hijos dinero para gastar sin tener que darles dinero en efectivo que podría perderse. Puedes solicitar una nueva tarjeta de prepago en caso de que se pierda, y muchos emisores de tarjetas te permiten bloquear tu tarjeta para evitar el uso no autorizado.
Y como con una tarjeta de débito puedes incurrir en gastos por sobregiro o acumular rápidamente un saldo en una tarjeta de crédito, una tarjeta prepagada puede ayudarte a limitar los gastos de tus hijos a la cantidad cargada en la tarjeta.
Elegir una tarjeta de prepago podría ser una buena opción para ti si tienes un historial de gastos excesivos. Una tarjeta de prepago puede ser una alternativa mejor que una tarjeta de débito o de crédito, ya que puede obligarte a ceñirte a un presupuesto al rechazar las compras que superen el saldo de tu cuenta.
Asegúrate de que tiene sentido desde el punto de vista financiero. Aunque te ahorres los posibles intereses o las comisiones por sobregiro, las cuotas mensuales de una tarjeta de prepago también pueden resultar muy caras. Si decides que el uso de una tarjeta prepago te facilita la gestión de tus finanzas, asegúrate de contratar una tarjeta sin comisiones.